Desde el 2012 el Ayuntamiento participa en un proyecto informativo y de seguimiento de las medusas en las playas del País Valenciano, promovido por la Generalitat Valenciana y coordinado por el Instituto de Ecología Litoral (IEL).

El proyecto tiene dos vertientes:

1. Información práctica: El Ayuntamiento edita un cartel y un folleto que contienen información útil para los bañistas; se trata de una guía de las diferentes especies de medusas que podemos encontrarnos, con recomendaciones generales y consejos de qué hacer en caso de picadura. Podéis ver y descargar el cartel y el folleto clicando los archivos pdf que tenéis al pie de esta página.

2. Seguimiento y registro de medusas: Por otro lado, con la colaboración del servicio municipal socorrismo en la playa, registramos los datos de las picaduras que se atienen y también de los avistamientos de medusas en las playas de Almassora. Tres veces por semana, la IEL envía un boletín de predicción de las corrientes y vientos marinos y de la probabilidad de encontrar medusas en el litoral.

Los datos grabados son enviadas posteriormente al IEL para el tratamiento estadístico. Los registros de especies también se envían en el Banco de Datos de la Biodiversidad de la Comunidad Valenciana, que constituye una fuente de información totalmente disponible para la ciudadanía y la comunidad científica. También, al acabar la temporada, el IEL elabora un informe final individualizado con los registros recogidos en cada localidad. Podéis consultar algunos de estos informes clicando en los archivos .pdf que tenéis al pie de página.

En el presente apartado incluimos información sobre las plagas vegetales y agrícolas más importantes en la Comunidad Valenciana, sobre las cuales se han desarrollado planes y/o programas de control.

Esta información puede consultarse en el enlace situado abajo, en la web de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural.

En cualquier núcleo urbano, la presencia de arbolado es una parte esencial de la estructura del mismo, pues aporta mútiples beneficios a los habitantes y al entorno urbano: en primer lugar, posee un alto componente paisajístico al mejorar visualmente las calles; también proporciona zonas de sombra a los transeúntes; y ofrece cierto punto de naturalidad en los entornos fuertemente antropizados y urbanizados. Además de estos beneficios urbanísticos, cabe destacar el importante papel de la vegetación urbana en lo que respecta a los servicios ambientales que ofrece: reducción de la concentración de dióxido de carbono en el aire con la consiguiente purificación del mismo, reducción de las temperaturas del entorno (sobre todo en verano), reducción de la contaminación acústica y del ruido, y mantenimiento de la biodiversidad, entre otros. Finalmente, no debemos olvidar que se trata de seres vivos y que, como tales, son también vecinos del municipio, que guardan historias y secretos entre sus ramas, y muchas personas han crecido a su amparo.

Durante la Revolución Industrial, el papel de la vegetación urbana fue obviado en el diseño de las ciudades de entonces, y no fue hasta finales del siglo XIX que se contempló la necesidad de reestablecer la relación entre vegetación y urbanismo: así surgieron los "boulevards" parisinos. A día de hoy, la necesidad de contar con espacios verdes en las ciudades es indiscutible, pues proporcionan un oasis de paz y tranquilidad en las megalópolis modernas (como ejemplos: el Central Park de Nueva York, el Hyde Park de Londres, El Retiro en Madrid...), hasta el punto de hablar de "pulmones verdes", pues son las zonas que proporcionan aire fresco en las contaminadas urbes.

En Almassora contamos con una red de arbolado urbano, estructurada a lo largo de las vías principales (Calle San Fernando, Calle Estatuto de Autonomía, Avenida Generalitat, Calle Constitución, Calle 9 de octubre, Avenida José Ortiz, Calle Santa Quiteria, etc.) y concentrada en ciertos nodos (Plaza Santa Isabel, Plaza Rey Don Jaime I, Plaza Pere Cornell, Plaza Botánico Calduch, etc.). Entre el arbolado urbano, encontramos ejemplares de pinos, almeces, algarrobos, olivos, cipreses, carrascas, así como otras especies ornamentales como jacarandas, catalpas, robinias, cedros, etc. En cuanto al arbolado singular urbano, cabe destacar el bosquejo de Ginkgo biloba, catalogada como especie en peligro y considerado fósil viviente, de la Plaza Botánico Calduch; y también el ejemplar de palmito (Chamaerops humilis) de grandes dimensiones localizado en el Carrer de Vila-real.

Árboles de interés local

También cabe destacar la existencia de ciertos ejemplares arbóreos que poseen un valor especial, bien a nivel botánico como cultural o patrimonial. Estos ejemplares, a los que denominamos "de interés local", son objeto de una protección especial con el fin de preservarlos y evitar su degradación y posible muerte. Algunos de estos ejemplares se encuentran catalogados en el Catálogo Municipal de Bienes Inmuebles, con lo que cuentan actualmente con un régimen especial de protección. estos son: los pinos (Pinus halepensis y Pinus pinaster) de la Ermita de San José, los cipreses (Cupressus sempervirens) de la Alquería Blanca, y los pinos y el almez (Celtis australis) del Molí de les Taxes. La ficha de estos ejemplares en el Catálogo Municipal puede consultarse en los documentos incluídos a continuación.

Cuando hablamos de especies en peligro de extinción en nuestro territorio, enseguida nos vienen a la cabeza dos casos concretos: hablamos del fartet (Aphanius iberus) y del samaruc (Valencia hispanica). Ambas especies, piscícolas típicas de las zonas litorales del Mediterráneo, pertenecen a la familia de los Cyprinodontidae, palabra que proviene del griego "kyprinos" (carpa) y "odontos" (diente), de modo que podemos hablar de ellos como "carpas con dientes". Se trata de peces de pequeño tamaño, muy coloridos y omnívoros, y que tienen un hábitat de distribución muy reducido:

• El fartet se encuentra en las zonas costeras del mediterráneo español, siendo por tanto un pez endémico de la península, y por ello su nombre incluye el término iberus como referencia territorial. La UICN lo cataloga como "Especie en peligro de extinción".
• El samaruc, por su parte, únicamente se encuentra en las zonas litorales de la Comunidad Valenciana, se trata, por tanto, de un endemismo de nuestro territorio. Por ello su nombre científico es Valencia hispanica. La UICN lo cataloga como "Especie en peligro crítico de extinción".

El estatus amenazado de ambas especies se debe a la fragmentación territorial que existe en el litoral mediterráneo español, debido a la fuerte urbanización del mismo, la desecación de las zonas húmedas tradicionales, y al introducción de especies exóticas con distintas finalidades (pesca, control de insectos...). Entre sus mayores competidores se encuentra la gambusia (Gambusia holbrooki), peces de la misma familia pero de una voracidad extrema, que se comen cualquier cosa que encuentran a su paso (incluso otros peces), y que estan incluídos en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras (para más información sobre la gambúsia, consultar el apartado "Especies exóticas e invasoras del municipio").

Con la finalidad de reintroducir estas especies en sus hábitats tradicionales y fortalecer las poblaciones existentes, el año 1992 se aprueba un proyecto LIFE para la "Creación de una red de áreas de reserva para el samaruc en al Comunidad Valenciana", que todavía se encuentra vigente y sigue aplicándose, y que ha sido complementado mediante la aprobación del Decreto 265/2004, de 3 de diciembre, del Consell, por el que se aprueba el Plan de Recuperación del Samaruc en la Comunidad Valenciana, y el Decreto 9/2007, de 19 de enero, del Consell, por el que se aprueba el Plan de Recuperación del Fartet en al Comunidad Valenciana. Sin embargo, pese a que los esfuerzos para mantener las poblaciones de estas especies en nuestro territorio siguen incrementándose, todavía nos encontramos lejos de la situación ideal, en al que estas poblaciones se encontrarían consolidadas y estabilizadas en sus hábitats naturales.

Una de las zonas de hábitat tradicional del fartet es la zona del Serrallo, y pese a que actualmente estas poblaciones se encuentran desaparecidas se consiguió salvar algunos ejemplares para preservar la población genética de esta zona. A partir de estos ejemplares, y mediante su reproducción en cautividad, se obtuvieron descendientes, y se procedió a su suelta en la Desaembocadura del Millars el año 2018, con un total de 200 ejemplares. Desde entonces, se lleva a cabo un seguimiento anual del estado de la población para saber si se encuentra correctamente asentada.